Visita a Yerba Loca, dic 2007
Para llegar a Yerba Loca tuvimos que viajar en vehículo hasta la curva 15 del camino a Farellones. Después comenzó una caminata de
Se va acercando a la perspectiva de nuestra vista un monte nevado que parece un gran altar, y antes una cascada de agua que cae desde una altura considerable formando una piscina, ideal para espantar el calor y refrescarse un poco. Al continuar el ascenso desde la cascada el camino adquiere mayor pendiente y después de unos cuarenta minutos subiendo se llega a un lugar que impresiona por su belleza, donde abundan pozones rodeados de llareta, un cubre suelo vegetal que crece en el suelo como un grueso colchón.
Antes de terminar esta breve crónica debo decir que Chile Andes Trekking es una muy buena alternativa para una visita guiada a los pozones de Yerba Loca, y acotar también que ir con amigos transforma además este desafío deportivo en un agradable fin de semana en contacto con la naturaleza a escasos minutos de la ciudad.
Sebastian Gómez
“sebagomezter@gmail.com”
Y efectivamente, valiò la pena, el lugar era hermoso y el grupo muy simpàtico, me reì harto con todos, lo pasè sùper bien. Pero debo confesar que a pesar de mi falta de trainning y de mi sedentarismo por mi fractura, me sentìa demasiado confiada en mis capacidades fìsicas y a que desde chica siempre iba a excursionar a los cerros y me encantaba, pero èsto era algo de muy largo aliento y se requerìa de harto esfuerzo fìsico en las subidas, ¡hacìa tiempo no sentìa la falta de oxìgeno por exigirle a mi corazòn màs sangre mientras trabajaba todo mi cuerpo en esta actividad aeròbica, porque de verdad que las subidas te matan si no sabes respirar! pero algo dentro de mì me decìa que debìa continuar y no parar, siempre con el mismo ritmo, acordàndome de los consejos de mi madre por su experiencia en montañismo que el cansancio no es eterno y que en algùn minuto pasas ese lìmite y empiezas a tener tu propio ritmo. Y funcionò, pasè ese lìmite y me sentìa ya menos cansada, con un ritmo menos acelerado al respirar. Yo tenìa tanta adrenalina, ya ni cansancio tenìa y es que estaba tan fascinada andando y contemplando todo que lo ùnico que querìa era llegar màs y màs lejos, lo màs posible, a un lugar donde fuera màs fuerte el contacto con la naturaleza. Finalmente parò nuestro andar en una poza de rìo con una pequeña caìda de agua, ¡que buena recompenza, darse un buen chapuzòn despuès de 2:00 horas calurosas de caminata! y estuvo genial, el agua era muy transparente, habìan muchos insectos parados en el agua y guarisapos, pero al contacto se alejaban e incluso hacìan màs atractivo el lugar, era como estar en una pelìcula de la "Pequeña casa en la Pradera" realmente valìa la pena estar ahì.
Bueno, què màs les puedo decir.
Carolina Allende
caro_kara@hotmail.com
No comments:
Post a Comment